El cantante demuestra su talento, aunque explora los mismos temas.
Justin Bieber había dejado los escenarios por mucho tiempo. Amenazó constantemente con salirse de la música, causando controversia entre sus millones de fanáticos.
Todo ese furor se compensó con su regreso en “Where Are Ü Now”. Justin se concentró en lo importante de hacer música: el verdadero talento.
En su nuevo álbum Purpose, estrenado hoy, el cantante canadiense sigue la misma línea. La voz y la emoción predominan en las canciones. “Love Yourself”, simplemente la destacada del nuevo material, exhibe la capacidad histriónica de Bieber, con sólo una guitarra acompañando su honesta historia.
Vocalmente, Justin demuestra su capacidad. Llega a notas altas, melancólicas con destreza. Instrumentalmente el disco también cumple, mezclando baladas electrónicas junto a temas acústicos.
En sentido lírico es donde falla la producción. Justin siempre ha hablado de los mismos temas, aunque esta vez se esfuerza más por dar algo distinto al mercado, sin conseguirlo, cayendo en territorios fuera de la madurez.
Prácticamente muchas canciones tienen exactamente el mismo tema: “me enamoré de ti”, “me rompiste el corazón” o “me arrepiento de haberte fallado”. Por su imagen, Justin no dejará estos temas. Las destacadas en este sentido son “Purpose” (otra balada acústica), “Sorry” (el nuevo sencillo), y”The Feeling” con la asombrosa Halsey, un nuevo talento musical.
Purpose muestra un lado más real, único de Justin Bieber. No obstante, la destreza lírica del intérprete queda en entredicho.
Justin está atrapado en una terrible zona de confort, de la cual no tiene escapatoria. El joven es prisionero de su propia imagen.